12 JUN: Día Internacional del Hígado Graso no Alcohólico

  • El hígado es un órgano fundamental en lo que podríamos llamar “el circuito de las grasas”. Esto significa: la incorporación de grasas (de la dieta); la transformación de algunas grasas (de “simples” a “complejas”); la producción de otras grasas (colesterol) y la liberación de grasas “complejas” a la sangre (lipoproteínas). 
  • Otro “punto de contacto” del hígado con las grasas y los hidratos de carbono es el siguiente: el hígado almacena hidratos de carbono complejos (glucógeno) a partir de la glucosa circulante (para disponer de energía en los momentos de ayuno prolongado). Una vez completadas las reservas de glucógeno, el resto de la glucosa es “guardada” de otra forma: el propio hígado la transforma en una grasa llamada triglicérido.
  • En aquellas personas que tienen “resistencia a la insulina” (más frecuente en aquellos que son obesos y/o diabéticos tipo 2) el circuito mencionado se altera y aumenta notablemente el depósito de grasa dentro de las células del hígado. Además del depósito de grasa, hay fenómenos inflamatorios asociados (inducidos por la resistencia a la insulina). De persistir en el tiempo ambos fenómenos (depósito de grasa e inflamación), puede sobrevenir fibrosis (cicatrización) hepática y llegar, incluso, a la cirrosis hepática. 
  • Hay diferentes medicamentos para su tratamiento (algunos de ellos en desarrollo y otros ya a disposición de los pacientes); sin embargo, para aquellos que son obesos y/o diabéticos tipo 2, el mejor tratamiento es controlar adecuadamente la enfermedad de base. 

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