31 MAY: Día Mundial sin Tabaco

  • El tabaquismo puede conducir a distintos problemas de salud y/o “desgaste” de ciertas áreas del cuerpo, ya que algunas de las sustancias que se inhalan pasan a la sangre y afectan sectores más allá de los pulmones (concretamente, produce flaccidez de la piel, manchas en la piel de la cara, caída del cabello y favorece la osteoporosis)
  • El impacto favorable para la salud al suspender el hábito de fumar es relativamente rápido: después de 1 año sin fumar, el riesgo de enfermedad cardiovascular cae a la mitad respecto de quienes continúan fumando y después de 10 años sin  fumar, el riesgo de cáncer de pulmón es similar a aquellos que nunca han fumado.
  • El primer paso del camino para dejar atrás el hábito de fumar es tener una buena razón para hacerlo (que puede ser personal o familiar). Pero sin una fuerte motivación para dejar de fumar, ninguna de las estrategias anti-adicciones tiene éxito. Obviamente, el apoyo familiar y del núcleo  más íntimo de relación es importante así como también el uso de medicación  que sustituye a la nicotina (para hacer un “lavaje” lento de la misma y evitar los cuadros de abstinencia de nicotina)
  • Teniendo esta “buena razón” para hacerlo, hay múltiples tácticas que pueden ayudar: limitar el consumo de alcohol y café (que habitualmente, “inducen” a prender un cigarrillo); hacer actividad física; hacer una dieta balanceada (muchas veces, un hábito oral (como fumar) se reemplaza por otro hábito oral (comer). No es raro escuchar: ahora que no fumo, compro pastillas de menta y me como 2 paquetes por día (y los azúcares de las pastillas???).

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