13 de Enero 2024 – Día Mundial de la Lucha contra la Depresión

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno depresivo (o depresión) es un trastorno mental común. La persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del placer o del interés por actividades durante un período prolongado (abarca la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas).

Pueden presentarse varios síntomas más, como:

  • dificultades para concentrarse
  • un sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima
  • falta de esperanza acerca del futuro
  • pensamientos de muerte o suicidio
  • alteraciones del sueño
  • cambios en el apetito o en el peso
  • sensación de cansancio acusado o de falta de energía.

A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión. La depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. Cada año se suicidan más de 700.000 personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

La depresión puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluidas la vida comunitaria y en el hogar, así como en el trabajo y la escuela.

La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Quienes han pasado por circunstancias vitales adversas (desempleo, luto, eventos traumáticos) tienen más probabilidades de sufrir depresión.

La depresión está estrechamente relacionada con la salud física y, por consiguiente, la salud física desempeña un papel en la depresión. Muchos de los factores que influyen en la depresión (como la inactividad física o el uso nocivo del alcohol) también son factores de riesgo conocidos para enfermedades como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias. A su vez, las personas con estas enfermedades también pueden estar sufriendo depresión a causa de las dificultades asociadas con el manejo de su enfermedad.

Los tratamientos psicológicos son el primer tratamiento contra la depresión.

El cuidado personal puede ser clave en el manejo de los síntomas de la depresión, así como en el fomento del bienestar general:

  • Trate de seguir haciendo cosas que solía disfrutar
  • Mantenga el contacto con amigos y familia
  • Haga ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo
  • Siga, si es posible, unos hábitos alimenticios y de sueño regulares
  • Evite o reduzca el consumo de alcohol y no tome drogas ilícitas, que pueden empeorar la depresión
  • Cuente a alguien de confianza cómo se siente
  • Acuda a un proveedor de atención de salud.

Si tiene pensamientos suicidas:

  • Recuerde que no está solo, que muchos han pasado por esto y encontraron ayuda.
  • Cuente a alguien de confianza cómo se siente
  • Hable con un trabajador de la salud (un médico o un consejero)
  • Únase a un grupo de apoyo.

Si cree que existe el peligro de que, a corto plazo, pueda hacerse daño, por favor hable con alguien cercano y/o póngase en contacto con un servicio de emergencia / línea de atención telefónica para situaciones de crisis. No dude en contactarse con nosotros para más información y/o para acompañarlo en este proceso.

Fuente: Organización Mundial de la Salud

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