12 de Mayo – Día Mundial de la Fibromialgia y Fatiga Crónica

Desde 1993, cada año se conmemora el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica. Se escogió el 12 de mayo para conmemorar el nacimiento de Florence Nightingale, enfermera que contrajo una enfermedad paralizante. El símbolo de la mariposa representa el mínimo daño que puede provocar cualquier roce a un paciente con Fibromialgia. Las personas que la padecen se vuelven hipersensibles al tacto, olfato, oído e incluso la vista. Una simple caricia puede doler.

El objetivo de este día es hacer visible esta enfermedad invisible que afecta a millones de personas, que ya ha sido reconocida como enfermedad pero no así por los programas médicos para brindar apoyo terapeútico a quienes la padecen.

A mediados del siglo XX, algunos autores consideraron la Fibromialgia como un trastorno de somatización, es decir, pacientes que se quejan persistentemente de varios síntomas que no tienen un origen físico identificable. Sin embargo, en los últimos años y tras diversos estudios, esta creencia se ha desestimado. La Fibromialgia está considerada como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud desde 1992 y, si bien la definición nosológica y su consideración en el ámbito médico no ha estado exenta de controversia, los resultados de las investigaciones indican con bastante consenso que su origen es neurológico, y que el dolor resultaría de desequilibrios neuroquímicos a nivel del Sistema Nervioso Central (SNC) que generan alodinia e hiperalgesia generalizadas.

El síntoma principal es el dolor a la presión y palpación en localizaciones anatómicas definidas. El dolor suele ser difuso y persistente, quemante, punzante o penetrante. Involucra cuatro cuadrantes del cuerpo y el esqueleto axial. Las regiones más frecuentes son la lumbar, cervical, hombros, rodillas, muslos y brazos. El dolor suele empeorar con el frío, infecciones, stress y falta de sueño.

Otro de los síntomas que se muestran típicamente asociados al dolor, es el agotamiento o Fatiga Crónica. Oscila durante el día, de intensidad moderada a severa. Es frecuente encontrar los trastornos del sueño, problemas para conciliar el sueño o interrupciones frecuentes de éste durante la noche siendo un sueño no reparador. A su vez, la fatiga crónica puede generar mareos, sensación de aturdimiento, incluso desmayos.

El origen de la fibromialgia es aún desconocido, pero se cree que se debe a una combinación de factores genéticos, ambientales y una alteración en la forma en que el sistema nervioso central procesa las señales de dolor: 

  • Factores genéticos: Se ha observado una tendencia a que la fibromialgia sea hereditaria, lo que sugiere que ciertos genes pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Familiares de primer grado tienen un riesgo de 8,5 veces mayor de padecerla en comparación al resto de la población.
  • Factores ambientales: Eventos como infecciones virales o bacterianas, accidentes o traumas físicos, y situaciones de estrés prolongado pueden desencadenar o exacerbar la fibromialgia. 
  • Alteraciones en el Sistema Nervioso Central: Se cree que las personas con fibromialgia pueden procesar las señales de dolor de manera diferente, lo que lleva a una mayor sensibilidad y percepción del dolor. 
  • Alteraciones en la microbiota intestinal: Se ha observado que la composición de la microbiota intestinal puede estar alterada en personas con fibromialgia, lo que podría afectar la permeabilidad intestinal y, potencialmente, la respuesta del sistema inmunológico al dolor. 

Constituye un problema sanitario con gran prevalencia, teniendo una importante afectación en la calidad de vida de los pacientes. La misma oscila entre el 0,7 y el 20 %, afectando mayormente a mujeres, siendo la causa más frecuente de dolor osteomuscular generalizado y crónico.

Puede ser difícil de diagnosticar, lo que dificulta la búsqueda de tratamiento y apoyo. Esto se debe a que el diagnóstico se realiza por síntomas en los “puntos gatillo” y por “descarte” ya que no hay al día de hoy, análisis que la indiquen. Por eso se habla de enfermedad invisible. Esto hace que puedan pasar años hasta que lleguen a un diagnóstico certero. Esto genera un círculo vicioso negativo que paulatinamente afecta a todas las áreas de desempeño de la persona incluyendo lo laboral, social y familiar, por ende afecta significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.

Debe tenerse en cuenta que tanto la Fibromialgia y la Fatiga Crónica no son trastornos psicológicos, sino una enfermedad crónica biológica discapacitante caracterizada por la presentación de patrones inmunológicos específicos.

Si bien la enfermedad no tiene cura hasta este momento, tratamientos interdisciplinarios ayudan a mejorar los síntomas.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), se estima que 400.000.000 de personas en el mundo la padecen.

En Argentina

  • Entre 3 y 6% de la población podría padecer Fibromialgia
  • Se estima que 1 de cada 20 personas en Argentina tiene Fibromialgia. 
  • De estos casos, 9 de cada 10 personas son mujeres, lo que refleja la mayor afectación en el sexo femenino. 
  • Aproximadamente 2.000.000 de argentinos padecen Fibromialgia
  • A pesar de la alta prevalencia, no está reconocida como una enfermedad dentro del Programa Médico Obligatorio en Argentina. Por este motivo, los pacientes no tienen apoyo del Estado ni de las obras sociales o prepagas por lo que el gasto en medicamentos y tratamientos representa un costo difícil de afrontar.

Fuentes: GLEC, OMS (Organización Mundial de la Salud), Mayo Clinic, Argentina.gob.ar

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