El 15 de noviembre es el Día Mundial sin Alcohol. La fecha fue establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para fomentar comportamientos responsables relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
El consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuentes de muerte en los jóvenes y una causa importante de discapacidad (asociada a las lesiones residuales de los accidentes y al deterioro de distintos órganos y sistemas que produce el alcohol).
Argentina es uno de los mayores consumidores de alcohol en Latinoamérica (la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha comunicado que se consumen alrededor de 31 gramos de alcohol puro por día por persona); este valor es 3 veces mayor que el máximo recomendado.
Cuando se bebe alcohol, la velocidad de absorción depende de diferentes situaciones; cuanto más rápido se lo bebe y menos alimentos hay en el estómago, más rápido se absorbe. El alcohol pasa a la sangre y afecta a todos los órganos (en particular, al sistema nervioso central).
El Alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central (SNC). En la medida que aumenta, mayor la depresión del SNC y mayor deterioro en la calidad de la conducción de un vehículo.
Según estudios recientes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial:
3 de cada 10 jóvenes conductores admite haber manejado bajo los efectos del alcohol (ese número se refleja en las estadísticas viales que dan cuenta que la mayor cantidad de víctimas fatales en siniestros de tránsito evitables son jóvenes de entre 15 y 34 años de edad).
Datos y Cifras de la OMS (Organización Mundial de la Salud)
- El alcohol o las bebidas alcohólicas contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica que puede causar dependencia.
- En 2019, hubo aproximadamente en todo el mundo 2,6 millones de muertes como consecuencia del consumo de alcohol. De estas, 1,6 millones se debieron a enfermedades no transmisibles, 700 000, a traumatismos y 300 000, a enfermedades transmisibles.
- La mortalidad atribuible al consumo de alcohol fue, en 2019, más elevada entre los hombres, con 2 millones de muertes, que entre las mujeres, con 600 000 fallecimientos.
- Se estima que 400 millones de personas, es decir, el 7% de la población mundial de 15 años o más, vivían con trastornos por consumo de alcohol. De esta cifra, 209 millones de personas (el 3,7% de la población mundial adulta) vivían con dependencia del alcohol.
- Aunque el consumo de alcohol, incluso en niveles bajos, puede conllevar riesgos para la salud, la mayoría de los daños relacionados con el alcohol provienen de un consumo excesivo de alcohol, ya sea episódico o continuo.
- Existen intervenciones efectivas en materia de control del alcohol y debería recurrirse a ellas más a menudo; al mismo tiempo, es importante que la población conozca los riesgos asociados al consumo de alcohol y tome medidas individuales para protegerse de sus efectos nocivos.
- El consumo de alcohol está asociado al riesgo de que aparezcan enfermedades no transmisibles, como enfermedades hepáticas, enfermedades cardiacas y distintos tipos de cáncer, así como trastornos de salud mental y del comportamiento, como la depresión, la ansiedad y los trastornos por consumo de bebidas alcohólicas.
- Se estima que, en 2019, el consumo de alcohol provocó alrededor de 474 000 muertes debidas a enfermedades cardiovasculares.
- El alcohol es un carcinógeno probado y el consumo de alcohol aumenta el riesgo de sufrir distintos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, de hígado, de cabeza y cuello, de esófago y el colorrectal. En 2019, el 4,4% de los cánceres diagnosticados en todo el mundo y 401 000 muertes por cáncer se atribuyeron al consumo de alcohol
- Se ha establecido una relación causal entre el consumo de alcohol y la incidencia y el desenlace de enfermedades infecciosas como la tuberculosis y el VIH.
Compartimos unas placas orientativas sobre cuánto alcohol ingerimos cuando bebemos y sobre los trastornos al conducir con alcoholemia.