¿Querés que tu enfermedad crónica esté correctamente tratada?
Cuando se indica un tratamiento crónico, se está tratando a un PACIENTE que presenta una Enfermedad Crónica (que no es lo mismo que tratar a la “entidad” Enfermedad Crónica). El paciente es el CENTRO del tratamiento
Cuando un paciente tiene una Enfermedad Crónica, suele tener muchas preguntas sobre la enfermedad, el tratamiento, su futuro, etc. El objetivo del tratamiento es controlar la Enfermedad Crónica para evitar o posponer las complicaciones y prolongar la vida y/o la calidad de vida. Para lograr todo esto, el médico debe lograr que el paciente sea su “socio” para recorrer ese largo camino de la Enfermedad Crónica.
Para que una sociedad funcione, se necesita que algunos valores estén presentes: honestidad, franqueza, diálogo abierto, confianza en el otro. Sin embargo, en la relación médico-paciente, la sociedad es asimétrica (el médico tiene el conocimiento -el poder en el lenguaje inconsciente- y el paciente está necesitado de ese conocimiento para “recuperar” su salud). A primera vista, no surge que el paciente esté en el centro de la situación.
Es cierto, pero es el médico quien debe colocar al paciente en el CENTRO del escenario. ¿Cómo lo hace? Poniéndose “al nivel del paciente” y cuando indica un tratamiento, debe tomar en cuenta una serie de factores: otros medicamentos que recibe; potenciales efectos colaterales o interacciones medicamentosas, posibilidad de hacer una dieta adecuada, otros factores de riesgo presentes. Es decir, contempla las necesidades / posibilidades de su socio para que la sociedad sea exitosa.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento? CONTROLAR la Enfermedad Crónica. Entonces, esta sociedad “asimétrica” funciona si el médico coloca al paciente en el CENTRO del escenario.
