Las 5 claves resumidas para vos
El tratamiento de las Enfermedades Crónicas no es solamente “darle medicamentos a un paciente con una o varias Enfermedades Crónicas” sino “darle un tratamiento a un paciente que tiene un contexto afectivo determinado, una expectativa de futuro predefinida, una realidad laboral concreta, etc”. Esto último es mucho más que “dar medicamentos”.
El refrán dice: “no hay enfermedades sino enfermos”; por esto mismo, el paciente debe ser el centro del tratamiento. Cada paciente es único y una misma Enfermedad Crónica puede tener “tantas caras” como pacientes que la tienen.
Cada paciente tiene una realidad diferente (situación familiar, situación laboral, cobertura de salud, núcleo de contención son algunas de los componentes de esa realidad). Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta al momento de definir un tratamiento crónico; por eso, en GLEC hablamos de Tratamiento 360°.
Un paciente tiene que entender qué significa tener la Enfermedad Crónica que le dijeron que tiene, tanto por el paciente como por los que lo rodean. Por tanto, hay que explicarle al paciente cómo debe tratarse y controlarse; se necesita una dosis muy grande de persuasión. El miedo dura poco y no deja enseñanzas (sólo más miedo).
Como las Enfermedades Crónicas no se curan sino que se controlan, para mantener este control a lo largo del tiempo hay que mantener un tratamiento prolongado en el tiempo. Hay que tener presente que tratamiento es todo lo que requiere: medicación, dieta, actividad física, etc. y son complementarios (no se trata de no hacer dieta porque toma la medicación; es medicación + dieta). Requiere de un profundo cambio de hábitos
Además de hacer un tratamiento prolongado, hay que controlar que este tratamiento sea el más adecuado en cada momento; por esta razón, hay que hacer un monitoreo del tratamiento para actuar proactivamente si se manifiestan “ciertas alarmas”. Es mejor identificar y arreglar las rajaduras rápidamente, ANTES que se derrumbe la pared.
